lunes, 6 de junio de 2011

Carta No. 35 (4 de la 2ª serie) 14 de Enero 1947


Pax                                     Sr. Dr. Erico R. Sv-Sventenius    
                                                                       Puerto Cruz
14-I-1947
            Carísimo en Cristo amigo: Empiezo mi carta como V. la suya que mucho agradezco:”Ante todo le deseo muchas felicidades en este año”.
No me preocupo mucho de los auspicios del nuevo año, ni de los venideros; a cada dia le basta su malicia y si queremos vivir con paz y tranquilidad hemos de prescindir bastante del pasado y del porvenir, teniendo los ojos fijos en el presente que pisamos para no tropezar; al fin y al cabo “todos los dias son santos y buenos para los que están en gracia de Dios”, como dice el cura los domingos al anunciar las fiestas de la semana. No sea pesimista, caro mío, si no quiere sufrir inutilmente ¿qué los tiempos no son rosados? Serán verdes, amarillos, cenicientos o negros: ¿es qué en la escala cromática no hay mas que el rosa?
Como gozo tanto cuando recibo sus cartas, pareciendome que aún perduran aquellos tiempos en que cada dia tenía la satisfacción de compartir las horas con V. que realmente cuando tarda en venir su carta me parece que me falta algo de calor y siento el frio de la nostalgia: ¿no volverán aquellos tiempos? Y si fuera para no desani-[marse]  ……………/………..


[desani-]marse hasta la eternidad ……………¿qué felicidad para mí!
No sabe cuanto me alegraría que su gripe hubiera huido espantada de su rebelión contra ella: el diccionario tiene una palabra –imprudencia- sinonimia de rebelión: ¿puedo aplicársela? Espero y ruego al Señor conserve la vida a su buen padre muchos años, para que V. pueda abrazarle repetidamente.
Por este mismo correo le mando una cajita con aquellas fundas de celofan que protejen los envidiados cigarros que sólo pueden fumar los afortunados o mimados de la fortuna. Ya me dirá si la recibe o no, y cuando se le hayan concluido aún me quedan algunas dispuestas a hacer el mismo viaje sin miedo al mareo del mar.
¿Hombre! Son las mias que no llegan a la altura, pues mis cartas bajan al nivel del mar, mientras que las suyas suben a 740 mts. al menos. No confunda los términos, caro mío: a cada cual lo suyo.
Si mal no recuerdo en una de sus cartas me decía que iba a publicar algunas de sus correrías botánicas: ¿ha salido ya el escrito? ¿dónde? ¿cuándo?
Los PP. saludados le devuelven cariiñosamente el saludo, recordándole con mucho afecto. Reciba un fuerte abrazo de su buen amigo en Cristo y la Moreneta.
                                                        Adeodato F. Marcet OSB.


Nota de Sventenius de contestada el 2-III-1947

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