martes, 7 de junio de 2011

Carta No. 36 (5 de la 2ª serie) 18 de Marzo 1947


Pax                                     Sr. Dr. Erico R. Sv.-Sventenius   
                                                                       Puerto de laCruz
18-III-1947
            Carísimo en Cristo amigo: Desde mi última carta, nº 5, del 14 enero p.p. que no había tenido ocasión de charlar por la lengua metálica de la pluma con V.; hoy la ocasión de hacerlo me lo dan sus dos folletos sobre la Flora de las Cañadas que acabo de recibir aunque he encontrado a faltar unas letras de presentación que los acompañaran. ¡me es tan grato recibir sus noticias personales! que no sé resignarme al ayuno de ellas. Estamos concuyendo ya la cuaresma y por tanto el ayuno eclesiástico; ¿se terminará también el ayuno ericoides? Así lo espero.
He empezado a escribir la Flora Montserratina tal vez con demasiados empujes y humos y me temo que no podré concluirla. Tomando por modelo la Flora de Cataluña del Dr. Cadevall la hago por claves dicotómicas con descripción de cada especie: claro que copio muchísimo del Dr. Cadevall, que al fin y al cabo las decripciones no debo inventarmelas yo las que están descritas ya, y veo que Cadevall tomó de Coste y Coste de …… Mejor que lo hizo mi maestro ciertamente no habría de hacerlo yo. No se si V. me lo aprobará; si lo aprueba será para mí un estímulo para continuar el mismo rumbo y, si no lo aprueb, paciencia y ……… continuar mi trabajo.                                 ……………/………..


¿Tendré la dicha de verle por aquí estas vacaciones? Le espero con verdadero afecto, no sin una pizca de egoismo y amor propio: Que será que aunque se diga que el amigo se le quiere por ser el amigo, en este amor siempre hay algo de egoismo? Yo creo que es el egoismo de satisfacer el deseo que uno tiene de comunicarse con el alter ego. Es el amor humano que por más desinteresado que parezca y sea, siempre hay aleado el egoismo, aunque sea un egoismo sano y hasta laudable. Es una aleación que dada la fragilidad y volubilidad del corazón humano yo creo que da más consistencia a la amistad, como la aleación a la plata y al oro les da más consistencia y resistencia al desgaste ¿No le parece? La naturaleza humana es así; si no tiene un aliciente no es constante por ser limitada en todo, y este aliciente es el egoismo en cualquiera de sus modalidades, siendo mas perfecta cuanto más se acerque al amor que Dios nos tiene, que es sin mezcla de egoismo, porque es perfectísimo en su Ser y se basta a Sí mismo para ser feliz.
¡Va! V. dirá que mis cartas se parecen a sermones; perdone al que esperando su perdón le abraza efusivamente en Cristo y la Moreneta.
                                                        Adeodato F. Marcet OSB.


Nota de Sventenius de contestada el 14-IV-1947

No hay comentarios:

Publicar un comentario