domingo, 27 de febrero de 2011

Carta nº 7. 16 de Febrero1944


Pax                                      Sr. D. Eric R. Svensson-Sventenius
                                                                    Puerto de la Cruz

15-II-1944

            Carísimo amigo en Cristo: Por la impresión que le hacen las cosas montserratinas reflejada en su carta del 26 pasado mes, se ve que no le ha abandonado aún la nostalgia de la Santa Montaña y sus moradores, de lo que me alegro mucho pues esta nostalgia espero que le conducirá otra vez entre nosotros, y tendré el gusto de continuar aquellas excursiones y aquellas charlas amistosas, que a veces empezando por disparidad de criterios acababan por unir mas estrechamente nuestros corazones. ¿No es verdad? Espero que este día no ha de tardar mucho en llegar.
Nunca la tolerancia – en lo tolerable – y menos la misericordia puede resultar perjudicial al tolerante y misericordioso, en el sentido espiritual; puede resultar perjudicial en el sentido material, porque pueden abusar de nuestra tolerancia y misericordia y hacernos daño; como el tolerar y tener misericordia, de ciertos bichitos, nos molestan. Pero nunca puede ser causa de nuestra dejadez o apatía, pues no toleramos, ni somos misericordiosos por ser apáticos, sino que toleramos – sin aprobar lo tolerado – porque nos hacemos cargo de la miseria y flaqueza humanas, y somos misericordiosos porque somos buenos y sabemos perdonar, porque también necesitamos nosotros de perdón, pues nadie es perfecto en este mundo, por eso decimos al Señor: Perdónanos nuestras deudas, etc



Ciertísimo es que nos sentimos ofendidos cuando se ofende algo que amamos y tenemos en el corazón. Pero ya le he dicho que toleramos – sin aprobar lo tolerado. Y de nuestra parte hemos de hacer comprender a los que fallan, lo mal que se portan; y esto puede hacerse de varias maneras; por la palabra, haciéndoles ver lo mal que obran; por el ejemplo, haciendo lo contrario delante de ellos, aunque nos tachen de beatos, no temiendo el respeto humano; o el que dirán; castigando a los transgresores si tenemos potestad para ello. De estos tres modos, el último no está casi nunca en nuestra mano ponerlo en práctica; el segundo está siempre en nuestra mano; y el primero unas veces está en nuestra mano y otras no, especialmente cuando vemos que no se ha de sacar ningún provecho y por otra parte no se tiene obligación de hacerlo, como la tienen los padres, los sacerdotes y maestros, etc. Con cualquiera de estos tres modos damos a entender que amamos lo que la Iglesia nuestra Madre ama y aborrecemos lo que ella detesta; y no hay duda que el buen ejemplo es el que más lo demuestra, porque, cuántos hay que dicen una cosa y hacen ellos lo contrario; esto es, ven una paja en el ojo ajeno y no ven una viga en el suyo; y otros hay que castigan ell robo, por ejemplo, y son ellos más ladrones! A unos y a otros se les puede reprochar de hipócritas con aquel: Medice, cura teipsum; mientras que con el buen ejemplo, nadie razonablemente puede objetar. Y basta de sermones, que ya es demasiado largo.
No ha sido malpensado en el asunto de sus plantas, y si pensó mal, no tiene V. la culpa, sino el Sr. Clarasó en no haber acusado recibo de las plantas como era su deber. Ahora mismo yo no estoy del todo tranquilo de sus plantas, pues habiéndole yo escrito al Sr. Clarasó que me devolviera las plantas, ya que en su carta a mi, el mismo se ofrecía a remitírmelas, aún no me las ha devuelto – le escribí el 1 de Enero -                        ………./……     



      y ni siquiera me ha acusado recibo de mi carta, no obstante que le decía la dirección del recadero de Montserrat y que las enviara porte debidos, que yo los pagaría aquí en Montserrat. Tengo muy poca confianza en Clarasó;¿por qué en la carta que me escribió escusándose de que no me hubiera acusado recibo de las plantas, me añadía: No diga o mejor dicho; “No es necesario que V. escriba al Sr. Svensson pues ya le escribo yo.”?
Espero las plantas de Canarias que me promete y le doy mil gracias por adelantado.
El Rvdo. P. Abad le agradece sus saludos y deseos de mejoría con su enfermedad y me encarga le salude y le bendiga de su parte.
Comuniqué al P. Franquesa y al P. Gressel sus noticias.
Consérvese bien de alma y cuerpo y mande a su affmo. amigo en Cristo y la Moreneta.         
                        Adeodato F. Marcet OSB.

[en los márgenes] ¿Tiene buenas noticias de su familia?
            Del Sr. Font i Quer no he sabido nada más. Tiene aún algunas plantas de las que envié pendientes de clasificación.

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