viernes, 25 de febrero de 2011

Carta nº 4. 8 de Noviembre de 1943


Pax                                                           Sr. D. Erico R. Svensson
                                                                              Puerto de la Cruz
                                   Fiesta de S. Adeodato
Monserrat 8 de XI de 1943

            Carísimo amigo en Cristo: Anteayer recibí su carta del 25 p. m. que agradezco mucho y voy a contestar.
            Le agradezco también muchísimo la “Salve” que por mí rezó. ¡Dios se lo pague!
            En cuanto al Hypericum hyssopifolium, creo que ya le indiqué que no estoy muy seguro de ello, pues como verá por el ejemplar que incluyo tiene caracteres del hyssopifolium y de la var. microphyllum del H. perforatum. Ya me dirá su opinión. No es escaso en la carretera de Monistrol. Del hyssopifolium tiene las hojas superiores fasciculadas y revueltas por los bordes y carece de los puntos negros de los bordes de las hojas del perforatum; en cambio no es netamente cilíndrico, sino que tiene dos líneas un poco salientes en el tronco. Flor no tenía; el fruto más parece del hyssop. que del perfor.
En cuanto a la Cupularia graveolens no tengo duda que lo es; en ningún autor de los que tengo a mano, Cadevall, Willkom y Rouy, hallo que C. graveolens sea sinónima de Inula viscosa. A esta última le dan los sinónimos de Erigeron vicosum L. Cupularia viscosa G. G. Solidago viscosa Lamk. Pulicaria viscosa Koch. Y a la C. graveolens le dan por sinónimos Erigeron graveolens L. Solidago graveolens Lamk. Inula graveolens Desf. Pulicaria graveolens Nyman. Además la planta que recogí en completa floración y con fruto tiene todos los caracteres de la C. gravoelens Gr. G.
El Dr. Font y Quer por fin me ha escrito diciendo que ha estado estos meses herborizando en el Urgel y contornos para una colección botánica para el Instituto de Lérida y que ahora al mismo tiempo que estudiara su recolección estudiaría las plantas que le envié. En cuanto reciba la opinión de Font y Quer veré de redactar una memoria o artículo sobre nuestras novedades y sobre Andorra, aunque no sé donde publicarlo, pues dudo que la Soc. española de Hist. Nat. quiera publicarlo, no siendo yo miembro de ella, y si no es allí, no sé que haya otra en España
            El Rvdo. P. Abad Manuel le agradece sus frases de afecto y le corresponde con todo el afecto y recibirá con gusto sus cartas.
            Estuvo a visitarme e amigo Sr. Guardia, con quien hablamos mucho de V. ¿No le silvaron los oidos?
            El Prodomus Flora hispanica, sí, lo ofrecían ...../...




en un Catálogo alemán, pero no el Diccionario de Colmeiro. Pero los alemanes aún no han respuesto a la demanda de libros que les hicimos. Quienes han respondido son los franceses y creo que pronto tendré los libros pedidos y por cierto a muy buen precio dada la depreciación del franco francés.
Tanto mi familia como los PP. Conrado y Romualdo le agradecen sus saludos y se los devuelven centuplicados. Por cierto que este último va a Friburg (Suiza) para estudios especiales de Sagrada Escritura.
En cuanto a si su cabeza es fría o caliente no me meto a discutirlo. . lo sabrá mejor que yo. Ni una cosa, ni otra es reprensible en sí.
Contestada ya punto por punto su carta, voy a comunicarle una noticia que no me hizo mucha gracia. Hará unos quince días que se presentó una Sra. Joven, acompañada de un Sr. y una Sra. de más edad diciéndome que era la esposa del Sr. Clarasó y que venía de su parte a buscar un paquetito de plantas que V. había dejado aquí para el. Como yo no recuerdo haber visto en nuestra oficina de botánica ningún paquete de plantas con el nombre de Clarasó, les dije que no sabía de que se trataba; insistieron y entonces registré toda la oficina y encontré un paquetito atado con dos cintas negras con hebilla que decía Herbario del Sr. Svenson. Se lo nombré, diciéndoles que no creía que fuese aquel paquetito, pues eran plantas muy queridas de V. y además no había ninguna indicación de que fueran para Clarasó. El Sr. de mas edad dijo que el creía que sería aquello; yo por no parecer que me negaba a entregar lo que ellos creían suyo, se lo entregué con la condición de que, si al Sr. Clarasó, no le parecen ser aquellas las plantas que, según aquella Sra., V. les había escrito viniera a recoger, que me las devolviese. Hasta ahora, no ha devuelto nada, ni me ha escrito nada. Le suplico que cuando V. quiera que entregue algo de lo que V. dejó aquí, me lo escriba también a mi dándome detalles; así evitaremos algún disgusto, pues no dudo que si no devuelven las plantas que entregué, V. tendrá un disgusto.
Consérvese bueno corpore et anima y con saludos al Sr. Guardia, mande a su  affmo. amigo en Cristo y la Moreneta.
                                    Adeodato F. Marcet OSB.

Comentario: La polémica con el Sr. Clarasó, que se mantiene en las cartas siguientes, no es más que un mal entendido del Padre Marcet que está aclarado en la correspodencia entre Clarasó y Sventenius. Noel Clarasó es quien ayudó a Sventenius a conseguir el trabajo de Sventenius como colaborador botánico del INIA en Canarias

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